martes, 21 de octubre de 2014

Nos adentramos en la didáctica de las matemáticas...

Clase 1 (20 Octubre 2014)

La clase de hoy ha comenzado, tras una pequeña presentación, con cinco preguntas acerca de la Didáctica de la Matemática para ponernos en situación. Individualmente pensamos en las posibles respuestas y luego las debatimos en grupo y con la ayuda de un blog.
Tras esta pequeña introducción se explicó el tema uno, que trataba sobre la teoría de conjuntos (Cantor).

Lo primero que aprendí es cuándo dos conjuntos son equipotentes, y esto es si existe una relación uno a uno (biyectiva, entre dos conjuntos).
En términos generales, en clase trabajamos en torno a tres términos que explicaban las relaciones de equivalencia: reflexiva (consigo misma), simétrica (entre dos conjuntos) y transitiva (entre tres conjuntos).

Además, también se repasaron conceptos que ya conocía, como por ejemplo que el número de elementos de un conjunto es su cardinal.

No obstante las relaciones de equivalencia podían no ser equipotentes. Cuando Card(A) es menor o igual que Card(B) y uno de los elementos de B se queda suelto, se dice que la relación es inyectiva.
También podría ocurrir que en el conjunto A tengas cuatro elementos y en el conjunto B tres, y que dos elementos de A se relacionen con uno mismo de B, entonces hablaríamos de correspondencia.
Si en el primer conjunto salen más de una flecha de un mismo elemento, ya no sería aplicación y pasaría a ser correspondencia.

Otra de las cosas que aprendí es el concepto de orden total que quiere decir que siempre tiene que haber uno menor que otro.

Algo que me pareció muy interesante y en lo que no me había parado a pensar es en que se considera que se ha logrado el éxito operatorio en una clase cuando el niño/a es capaz de contar. Capaz de contar aunque sean pocas cosas, es entonces cuando hacemos referencia a la subitización, es decir, cuantificar de forma inmediata una colección de hasta cuatro objetos.
Por otro lado, las semejanzas perceptivas, son aquello que se produce cuando los niños/as perciben que hay lo mismo en dos situaciones en las que se empieza y se acaba igual, aunque no tienen el mismo número de elementos, es decir no hay correspondencia uno a uno.

Por tanto, debemos tener en cuenta la conservación de cantidades discretas, es decir que no porque abulte más hay más, ni porque estén más espaciados los elementos hay más.

Así como también deberíamos seguir el esquema de correspondencia uno a uno que establece que la relación puede ser: provocada y no duradera, cuando la situación está forzada y no se garantiza que el niño/a lo haya aprendido; no provocada y duradera, cuando la situación surge y el niño/a ha aprendido; y no provocada y no duradera.


Por último, dentro de un conjunto podemos mezclar dos subconjuntos y hablaríamos de inclusión, es entonces cuando se jugaría con el concepto de complementario, lo cual es difícil para los niños/as, ya que no es un concepto que dominen. (Todo esto se haya dentro de la lógica de clases).

¿Por qué estoy aquí?

Presentación

Mi nombre es Laura y supongo que aunque todas mis compañeras sean diferentes entre sí, las une un objetivo común: quieren ser docentes de educación infantil; sin embargo yo no estoy aquí por eso. Realmente no sé por qué estoy aquí, ni qué fue lo que me llevó a ello, supongo que fueron un conjunto de circunstancias de la vida. Podría mentir y decir que que desde siempre fue lo que quise, pero no es mi filosofía de vida. Prefiero ser justa conmigo misma y decir la verdad.


Tras aprobar selectividad y matricularme en psicología, me di cuenta de que no me llamaba nada la atención dicha carrera, por lo que después de unas semanas la dejé y comencé a investigar qué estudiar al año siguiente. Eran muchas las carreras, pero ninguna me apasionaba como para dedicarme a ello en un futuro, así que pensé fríamente y me dejé llevar por lo que me apasiona de verdad. Y esto es la danza, sí, lo que realmente me gusta hacer es bailar. Creo que no hay nada en el mundo que me pueda hacer más feliz. Supongo que quien lea esto dirá, “qué tontería, debería centrarse y estudiar algo decente que le pueda servir para un futuro”, o algo por estilo, pero no me importa. Quien dice eso no sabe que la carrera de danza puede tener la misma importancia o más que cualquier otra carrera, ya que a fin de cuentas para ser médico, por ejemplo, simplemente hay que estudiar, mientras que para bailar hay que nacer con unas condiciones innatas. Así, que así fue como decidí estudiar educación infantil, escogí esta carrera porque es la que menos tiempo me podía quitar para hacer lo que realmente me gusta, y buscándole un lado positivo y útil puede que quizá dentro de unos años me sirva a la hora de montar mi propia escuela de danza y teatro. Además, me gustan los niños y me gusta enseñar, pero lo que no me gusta es el colegio, es más nunca me gustó; mientras que todo aquello relacionado con un escenario me pone los vellos de punta. Es por eso que creo que todos deberíamos luchar por aquello que nos apasiona, ya que, ¿de qué sirve trabajar durante muchos años en algo que no nos gusta? De nada, y esta es la causa por la que muchos de los trabajos que hay hoy en día no están bien desempeñados. Aunque cierto es que no se puede generalizar, ya que, habrá personas que hayan luchado por sus sueños y no lo hayan conseguido, pero creo que vale la pena intentarlo aunque en un futuro tenga que admitir que me equivoqué.